Nunca pedir dinero prestado a familiares, a tu empresa o a tus amigos por haber hecho una compra.
Tener un fondo de contingencia para cualquier emergencia.
Cumplir siempre con las fechas de tus compromisos de pago, formales e informales.
Nunca gastarte el dinero que no tienes o no has recibido todavía
Nunca te compres algo basado en los argumentos: «lo quieres y te alcanza».
Cuando tengas ganas de comprarte algo «caro» (que te cueste trabajo comprarlo o que la decisión sea difícil), aunque te alcance, primero decide si esa compra sería financieramente saludable, a través de la Regla del 70%
Cuando vayas al supermercado o al centro comercial, asegúrate de salir sólo con las cosas que llevabas anotadas en tu lista (y por supuesto, siempre haz una lista).
Nunca pienses que comprar algo «para aprovechar promociones y ofertas» es buena idea. Las promociones y ofertas sólo son para lo que realmente necesites y coincidentemente esté en descuento: haz que coincidan (por ejemplo, en el Buen Fin).